En mi opinión, la infraestructura sanitaria en el Perú no está preparada para afrontar estos tipos de pandemia. Actualmente, debido a la falta de camas hospitalarias y equipamiento médico, se ha tenido que adaptar la Villa Panamericana que en su momento sirvió para hospedar a los atletas de los Juegos Panamericanos Lima 2019 y ahora albergará a pacientes contagiados por el COVID-19. Es decir, una infraestructura que fue diseñada para vivir, ahora será utilizada para un uso distinto.

En el contexto actual, ha quedado demostrado que una enfermedad transmisible por vía aérea puede ser más peligrosa para la población mundial que una guerra, y que la rapidez en el ámbito constructivo es esencial para resolver todas las deficiencias de nuestros sistemas de salud. En el futuro, la arquitectura sanitaria debe tener esto en consideración para crear nuevas unidades funcionales dentro o fuera de los hospitales dedicados exclusivamente para aislar a pacientes contagiados. Nuestro rol como arquitectos es seguir investigando nuevos modelos sanitarios que puedan construirse de manera modular ante diferentes enfermedades o catástrofes mundiales.

Lucas actualmente trabaja para el proyecto Qualis, un edificio de consultorios médicos.