SEBASTIÁN
RAMÍREZ
Bogotá, Colombia
El proyecto plantea un juego de bloques desplazados. En la planta baja se ubican unos juntos a otros y en el volumen alto, los bloques están apilados y rotados a 45 grados. De esta manera el hospital responde a la Avenida Josep Tarradellas, que toca tangencialmente la manzana, y todo el conjunto esta amarrado por un elemento orgánico que funciona como circulación. Dicha volumetría genera una “sorpresa urbana” y “multiplicidad de espacios públicos”. Funcionalmente, mientras que las áreas críticas se ubican cerca de las vías de alto flujo vehicular, las áreas de recuperación se encuentran en el centro de la manzana, aisladas del ruido, con todos los bloques comunicados por la circulación pública y de servicios diferenciados.